¿Nos sentimos solos?

A través de la experiencia de hablar y tratar a muchas personas en las terapias de reiki y los procesos de coaching, para  ayudarlas a sanar sus emociones, comencé a ver varios patrones y varios puntos en común, el qué más se destaca es “el sentirnos solos”, pensando y creyendo que como individuos sentimos una tristeza y un dolor profundo, qué nadie más puede sentir lo qué sentimos.

La desconexión con los otros nos lleva al desconocimiento o no reconocimiento que las demás personas también pueden estar pasando por situaciones de dolor;  la diferencia radica en los hechos o las situaciones, para cada uno son distintos, pero que de alguna u otra forma nos sentimos heridos en lo más profundo de nuestro corazón. 

Cuando logramos entender que desde nuestra experiencia de dolor podemos abrazar el dolor del otro, podemos dejar de juzgar y tenemos la potestad de comprender más fácilmente las diferentes situaciones situaciones que están viviendo las otras personas, siendo más asertivos, comprensivos y se facilita el hacer a acuerdos que  mejoran la convivencia y el trabajo diario, creando mejores situaciones y experiencias de vida.

Parte de la importancia de pasar por estados de dolor, es entender y comprender el nuestro; para tomar las decisiones y  hacer las acciones necesarias para sanar, transformarnos en seres humanos más sinceros, directos, amables y en la evolución permanente transformando las situaciones difíciles y problemáticas en algo positivo dentro del aprendizaje, soltando el sufrimiento y las frustraciones. 

Sanar el pasado, para vivir un presente más completo, reconociéndonos como seres únicos, maravillosos y espléndidos, amándonos a nosotros mismos.